Y susurro lentamente a tu oído
y digo todo lo que quiero decir
en las palabras que quiero que oigas
para que me mires como quiero que me mires
y me hables como quiero que me hables.
Y alzo mi voz para que me escuches
aunque mi voz taciturna
se pierda en el eco de tu corazón
y grito estruendosamente a tu oído
para que me notes como quiero que me notes
y me sientas como quiero que me sientas.
Pero mi voz se acaba y mi ilusión se muere
y otra vez intento y alzo mi voz,
trato de gritarte,
sin embargo, callo mi garganta
justo cuando vuelvo a verte.
miércoles, 6 de diciembre de 2006
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1 comentario:
lady blue tiene razón, nada de callarse ... los amores cobarde no llegan a amores ni a historias, se quedan allí... ... pero tampoco me parece eso de lo que YO quiero que oigas, a mi me parece un tanto cuanto impositivo :S pero es sólo mi opinión.
Te dejo muchos saludos.
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