Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan,
para que no las puedas convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna pueda salir sin ti.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.
Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre,
en todos los segundos, en todas las visiones,
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.
Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.
Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya tras de ti,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.
Silvio Rodríguez
(1969)
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3 comentarios:
hola y gracias por lo que compartes a traves de este medio.
Sea propio o tomado de alguna otra fuente lo importante radica en transmitir lo que nos mueva adentro, en difundir esperanza.
Saludos de otro idealista.
Gracias Héctor por la visita, es un placer conocerte y tenerte por aqui. Un abrazo.
Adorable esos ojalás que Silvio lanza al aire y que en algún momento nosotros también hemos lanzado.
un saludo
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