se adormecen
en esa apacible oscuridad
hecha de pura irrealidad.
A veces se resbalan
del mundo
y prefieren rendirse
ante el desamparo infinito
de las noches sin estrellas.
A veces sueñan
A veces sueñan
con despertarse
en un mundo de fantasía
y aferrarse a esos sueños,
y no tener que entender
las razones ni las reglas
inventadas de la vida.
A veces las manos
no tienen cobijo
ni cabida en ningún rincón
de los días
y solo desean gritar
para detener
al menos al silencio.
A veces las manos,
mis manos,
solo desean tomarse de las tuyas
y no soltarse nunca,
ni siquiera ante la tempestad
del tiempo que no para,
ni siquiera ante la distancia
que atrasa los segundos.
A veces no,
siempre ...
mis manos aman tenerte
en el dibujado destino
de sus líneas.