Son las manos tibias
de un atardecer repetido,
pero feliz por tenerte,
las que se renuevan.
Son las nostalgias
de ti las que invaden.
Son las risas de tu alma
las que amo,
las que valen, las que sirven.
Son tus días sin temores
y con horizontes
los que quiero.
Son tus palabras breves
pero grandes las que busco.
Son tus madrugadas claras
las que disfruto.
Son tus besos suaves
los que espero.
Son los buenos tiempos
los que deseo.
Son los altos soles
los que te guardo
en mis mañanas.
Son las horas de mi vida
las que te dedico siempre.
de un atardecer repetido,
pero feliz por tenerte,
las que se renuevan.
Son las nostalgias
de ti las que invaden.
Son las risas de tu alma
las que amo,
las que valen, las que sirven.
Son tus días sin temores
y con horizontes
los que quiero.
Son tus palabras breves
pero grandes las que busco.
Son tus madrugadas claras
las que disfruto.
Son tus besos suaves
los que espero.
Son los buenos tiempos
los que deseo.
Son los altos soles
los que te guardo
en mis mañanas.
Son las horas de mi vida
las que te dedico siempre.