Apareciste en mi vida de repente, como un sueño que creí perdido en mi memoria, como ese infinito sol que de pronto inunda mis días... y no se cuan profundas sean las huellas del pasado ni cuan incierto pueda ser el mañana, pero nuestro amor es este, el que el destino supo enredar en nuestras manos, el que hoy y ahora late con ternura y entusiasmo, el que creciendo de a poco sabe llenarnos de deseos, el que aun colmado de miedos nos da la oportunidad de seguir creciendo. Es por eso que te escribo estas palabras, para que entiendas que mis ojos se alimentan de los tuyos, que mi felicidad nace de tus besos.
Te ofrezco estas palabras para que no se las lleve el viento, para que aun en la plena serenidad de tus noches y en el frágil esplendor de la luna puedas advertirme, como una brisa que se desarma en tu piel, como un suspiro que descansa en tus labios.
Te ofrezco estas palabras para que entiendas que detrás de cualquier abismal oscuridad estarán mis manos esperándote, que nunca podrás perderte en la inmensidad de esas sombras que a veces pretenden esconderse en tu sueños.
Te doy estas palabras para que sepas que acá estoy a pesar de cualquier lluvia inagotable que intente inundar tus ojos, que mi corazón aferrado a tu alma puede volver a creer en el amor y en los sueños, a lo que ya casi había renunciado... para que sepas vida mía que a pesar de la distancia y de todo...te amo.