
A veces me cuesta entenderte,
saberte tan diferente cada día,
ver como te fuiste convirtiendo
lentamente en algo que ni tú querías,
en ese algo que yo no quiero
y que sin embargo me enrama
día a día la vida.
El tiempo solía jugarnos malas pasadas
y nosotros sabíamos exactamente
que muros saltar, que palabras no oír,
con qué tontos no hablar,
es como si de repente te diera miedo todo,
todo esto por lo que tanto tiempo luchamos,
todo esto que hoy creo que se ha acabado.
Debo decir si embargo,
que te acepto en tu indolencia
y que seguiré a tu lado,
no por tratar de recuperarlo todo,
todo esto por lo que alguna vez luchamos,
diré que me quedare a tu lado
porque no quiero que te pierdas,
que te conviertas en los muros
que que alguna vez saltamos,
en las palabras que alguna vez no oímos,
pero sobre todo me quedare
para que no te conviertas
en uno de esos tontos
con los que nunca hablamos.